Sufrir es pensar en odiar
Es someterte a no querer superar
Es encontrar aquel placer infernal
Satisfactorio
Lo peor puede quedar
Plasmado en el self en lo individual
Llorar ya no es más que recordar
Pues dentro de la tormenta
Las nimbo suelen armar una guerra casi sentimental
Y aquellos rayos neuróticos
Aquella rabia
Aquella deidad
Solo es mas que una llaga dentro del mar
Suele quedarse como cordillera
Inundada por los lustrados años
Cordillera herida
Perplejaza y habitada por las almas perdidas
Aquellas suicidas que encuentran
En una noche de soledad remedio a su ansiedad
Ansiedad quizá de amar
De odiar
De ver
De observar
¡Parad!
¡Pues tened cuidado!
Dice el ilustrado
¡Que! - ¿Por qué?
¿Acaso la emoción ha cambiado ya su configuración?
Responde y pregunta el poeta
Tened cuidado pues te digo
de los mediadores
plaga imaginaria y chipeada
que deshumaniza,
aquella observadora silenciosa
de peinado de cobre
con proyecciones y mutilizaciones imaginarias.
Tened cuidado entonces
porque Manipulan tu emocionalidad
Te bombardean de recuerdos
Te hacen tener sueños externos de la quijotera
te hacen príncipe en el mundo de nunca jamás
pues peleas en telarañas unidos a otros por puertos
y tu nombre deja de ser
tu individualidad se pierde
se confunde con personajes de historietas
todo envueltos en falsedad.
Pues tened cuidado
Porque tu alma vacía está
te hacen producto y consumidor
de una rápida,
feliz,
muy feliz
y aceptada pero atrofiada realidad.
Francois A.
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